Tras
la reunión mantenida el pasado viernes por videoconferencia y las aportaciones
realizadas durante el fin de semana al proyecto del Ministerio, desde
principios de esta semana se ha puesto en marcha el programa de teletrabajo en
la Administración de Justicia para el ámbito no transferido.
El programa se inicia con una primera fase, cuyo objetivo es evitar el mayor número de desplazamientos posible, de modo que, si se logra que un número importante de funcionarios se acojan al teletrabajo, el incremento de personal presencial podrá ser menor, sin menoscabo de la prestación del servicio público.
El programa se inicia con una primera fase, cuyo objetivo es evitar el mayor número de desplazamientos posible, de modo que, si se logra que un número importante de funcionarios se acojan al teletrabajo, el incremento de personal presencial podrá ser menor, sin menoscabo de la prestación del servicio público.
Con
ese objeto, y para que pueda iniciarse cuanto antes, en la primera fase se hará
mediante acceso web a escritorio virtual desde los domicilios de los
funcionarios que voluntariamente quieran utilizar sus equipos personales
para poder así realizar su trabajo sin tener que desplazarse a la sede judicial
a diario, sin perjuicio de acudir a los turnos presenciales cuando les
corresponda. Se establecen diversas medidas de seguridad como doble clave,
entre otras. El uso de equipos personales no es lo ideal, pero en esta
primera fase se trata de evitar los desplazamientos en la medida de lo posible,
y resulta imposible adquirir los equipos y líneas VPN que serían necesarios.
Esta primera fase se extenderá hasta 15 días después de finalizado el estado de alarma. A continuación, se iniciará una segunda fase que se extenderá durante la puesta en marcha de los planes de actuación para atender la acumulación y el retraso en la tramitación de expedientes judiciales, en los que se potenciará el uso del teletrabajo. A partir de la segunda fase el Ministerio prevé que podrá comenzar a dotar ya de ordenadores y líneas VPN.
Se trabajará en entorno enteramente digital, por lo que queda descartado, y así lo hemos exigido desde STAJ, el traslado y custodia de expedientes o documentos a los domicilios particulares de los funcionarios.
La posibilidad de acceso o trabajo en remoto no es posible para la totalidad de los funcionarios, dado que el ancho de banda sólo permite que simultáneamente puedan estar en conexión entre 2.500 y 3.000 usuarios, por lo que si hubiese más voluntarios, sería necesario hacer una selección, cuyos criterios habrá que determinar, en función las circunstancias personales (grupos de riesgo), de tipo de órganos, jurisdicciones más sensibles, necesitadas o colapsadas, número de funcionarios voluntarios por órgano etc
También se ha valorado que si el número de voluntarios excediera el de las posibilidades del ancho de línea disponible, y con objeto de ofrecer el mayor número de accesos posible, excepcionalmente podrían habilitarse turnos de conexión, alternando jornadas.
En estos días, a través de los Secretarios coordinadores, se están recabando los datos de los funcionarios que voluntariamente quieran acogerse a teletrabajo. Se requiere, además de un número de teléfono móvil donde recibir las claves SMS, un ordenador personal que reúnan los siguientes requisitos técnicos:
• Windows 10 o superior
• Antivirus actualizado.
• Google Chrome 50 / Internet Explorer 11 o superior.
• Al menos 4 GB de memoria RAM.
• Al menos 600 MB de espacio libre en el disco duro.
Se pretende que en diez días todo aquél que voluntariamente se haya acogido al programa, pueda estar ya en disposición de hacerlo.
Se ha puesto a disposición de los usuarios un teléfono y un correo electrónico, para las incidencias técnicas que puedan presentarse. Se ha elaborado también un folleto explicativo, con instrucciones de uso, así como un manual de buenas prácticas con recomendaciones relativas a salud laboral y seguridad.
Por lo que respecta a la jornada de trabajo y su distribución horaria, será la misma que la que corresponda al funcionario si estuviera presencialmente en su puesto de destino, garantizándose en todo caso el descanso diario y semanal obligatorio, así como el derecho a permisos, vacaciones y licencias. El funcionario debe estar localizable únicamente durante las horas de audiencia, bien por teléfono o bien por correo electrónico.
La participación en el programa tiene una duración de 15 días naturales, prorrogables voluntariamente 3 veces consecutivas con autorización del Secretario coordinador previo informe favorable del responsable funcional. Las 3 prórrogas pueden superarse voluntariamente si en el órgano no existen más funcionarios que quieran acceder al servicio.
Desde STAJ pensamos que en estas circunstancias excepcionales y de emergencia, la opción del teletrabajo es una buena opción, que en todo caso es voluntaria, tanto para acogerse al programa, como para abandonarlo.
Esta primera fase se extenderá hasta 15 días después de finalizado el estado de alarma. A continuación, se iniciará una segunda fase que se extenderá durante la puesta en marcha de los planes de actuación para atender la acumulación y el retraso en la tramitación de expedientes judiciales, en los que se potenciará el uso del teletrabajo. A partir de la segunda fase el Ministerio prevé que podrá comenzar a dotar ya de ordenadores y líneas VPN.
Se trabajará en entorno enteramente digital, por lo que queda descartado, y así lo hemos exigido desde STAJ, el traslado y custodia de expedientes o documentos a los domicilios particulares de los funcionarios.
La posibilidad de acceso o trabajo en remoto no es posible para la totalidad de los funcionarios, dado que el ancho de banda sólo permite que simultáneamente puedan estar en conexión entre 2.500 y 3.000 usuarios, por lo que si hubiese más voluntarios, sería necesario hacer una selección, cuyos criterios habrá que determinar, en función las circunstancias personales (grupos de riesgo), de tipo de órganos, jurisdicciones más sensibles, necesitadas o colapsadas, número de funcionarios voluntarios por órgano etc
También se ha valorado que si el número de voluntarios excediera el de las posibilidades del ancho de línea disponible, y con objeto de ofrecer el mayor número de accesos posible, excepcionalmente podrían habilitarse turnos de conexión, alternando jornadas.
En estos días, a través de los Secretarios coordinadores, se están recabando los datos de los funcionarios que voluntariamente quieran acogerse a teletrabajo. Se requiere, además de un número de teléfono móvil donde recibir las claves SMS, un ordenador personal que reúnan los siguientes requisitos técnicos:
• Windows 10 o superior
• Antivirus actualizado.
• Google Chrome 50 / Internet Explorer 11 o superior.
• Al menos 4 GB de memoria RAM.
• Al menos 600 MB de espacio libre en el disco duro.
Se pretende que en diez días todo aquél que voluntariamente se haya acogido al programa, pueda estar ya en disposición de hacerlo.
Se ha puesto a disposición de los usuarios un teléfono y un correo electrónico, para las incidencias técnicas que puedan presentarse. Se ha elaborado también un folleto explicativo, con instrucciones de uso, así como un manual de buenas prácticas con recomendaciones relativas a salud laboral y seguridad.
Por lo que respecta a la jornada de trabajo y su distribución horaria, será la misma que la que corresponda al funcionario si estuviera presencialmente en su puesto de destino, garantizándose en todo caso el descanso diario y semanal obligatorio, así como el derecho a permisos, vacaciones y licencias. El funcionario debe estar localizable únicamente durante las horas de audiencia, bien por teléfono o bien por correo electrónico.
La participación en el programa tiene una duración de 15 días naturales, prorrogables voluntariamente 3 veces consecutivas con autorización del Secretario coordinador previo informe favorable del responsable funcional. Las 3 prórrogas pueden superarse voluntariamente si en el órgano no existen más funcionarios que quieran acceder al servicio.
Desde STAJ pensamos que en estas circunstancias excepcionales y de emergencia, la opción del teletrabajo es una buena opción, que en todo caso es voluntaria, tanto para acogerse al programa, como para abandonarlo.
Una
vez pasen las dos primeras fases del programa de implantación de teletrabajo,
en la que como decimos se trata de buscar una solución de emergencia hasta que
se produzca una vuelta a la normalidad, deberán negociarse todos los detalles y
aspectos que rodean esta forma de trabajo, con un carácter más permanente, sus
implicaciones en jornada y horarios, salud laboral, conciliación, desconexión
digital y en general todos los aspectos relativos al trabajo en remoto o
teletrabajo, de forma que sea una forma de trabajo alternativa y voluntaria que
pueda beneficiar a todos.