El Pleno del Tribunal Constitucional
ha avalado el uso del decreto-ley como mecanismo para aprobar ciertas
medidas económicas que el Gobierno puso en marcha en julio de 2014 (Real
Decreto-Ley 8/2014, de 4 de julio, de aprobación de medidas urgentes
para el crecimiento, la competencia y la eficiencia). El Tribunal
considera que la urgencia de la mayor parte de dichas medidas, y la
justificación de las mismas, son acordes con los requisitos que la
Constitución impone para legislar por esta vía (art. 86.1 C.E.).
El Pleno estima sólo en parte el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Grupo Parlamentario Socialista y, en consecuencia, anula el art. 116 del decreto-ley impugnado (referido a las empresas de trabajo temporal y agencias de colocación) y varias disposiciones adicionales (de la 20ª a la 24ª, referidas a la reforma del Registro Civil).
El Pleno efectúa el análisis relativo
al encaje de las diferentes medidas aprobadas en el art. 86.1 CE
(justificación de la urgente necesidad y de la conexión de sentido entre
la medida y el fin perseguido):
…
Reforma del Registro Civil (disposiciones adicionales 19ª a 24ª).
Se refieren dichas disposiciones
adicionales a la prórroga de la entrada en vigor de la Ley 20/2011, de
21 de julio, del Registro Civil (19ª) y a la reforma que permite a los
registradores de la propiedad y mercantiles la llevanza de este Registro
(20ª y 24ª). El Pleno avala así la constitucionalidad de la disposición adicional 19ª,
que alarga de tres a cuatro años la prórroga para la entrada en vigor
de la Ley del Registro Civil, dada la necesidad de “asegurar el correcto
funcionamiento del sistema”. No ocurre lo mismo con las disposiciones adicionales (20ª a 24ª), relativas a la llevanza del Registro Civil, que son declaradas inconstitucionales y nulas. No
existe “justificación alguna respecto a la urgencia y necesidad de
modificar parcialmente el contenido” de una norma cuya entrada en vigor
se ha pospuesto por un periodo de un año, señala la Sentencia al
respecto.