A partir del 1 de enero de 2020, los nuevos padres podrán disfrutar de un permiso de paternidad de 12 semanas, cuatro semanas más que las ocho que se empezaron a conceder a partir de abril de 2019. Además, el periodo para que los progenitores pueda cuidar de sus hijos subirá a 16 semanas en 2021, de modo que la baja se equiparará al de las madres. El año que viene, las cuatro primeras semanas del permiso de los padres se tendrán que coger de forma seguida e inmediatamente después del nacimiento del bebé. Las ocho semanas restantes podrán ser distribuidas a elección del interesado, aunque se tienen que disfrutar dentro del primer año del hijo.
La ley amplía ambos permisos en los casos en los que el recién nacido deba quedarse hospitalizado tras nacer «en tantos días» como esté ingresado, con un máximo de 13 semanas adicionales. Además, ambos progenitores tienen derecho a un permiso de lactancia que equivale una hora de ausencia del trabajo hasta que el hijo cumpla los 9 meses o acumularlas en jornadas completas que podrán disfrutarse de forma simultánea pero que no son transferibles.